—¿No quieres? —preguntó Arabella, observando atentamente a Fernando. Su respuesta era clara incluso antes de que la dijera.
—¡Sí quiero! Me encantaría tener hijos contigo —exclamó Fernando de repente.
Se tapó la boca cuando se dio cuenta de lo que había dicho. Su rostro se tornó rojo de vergüenza.
[¿Pero qué estoy diciendo?! Ni siquiera hemos consumado. Tenemos que hacerlo para tener hijos. Si me muestro demasiado emocionado, ¿qué tal si ella piensa que solo quiero dormir con ella? ¿O que la estoy presionando? Ramón enfatizó que sería malo si pensara que solo la deseo por su cuerpo como los demás pretendientes.]
—Lo que quiero decir es, cuando tú estés lista. Haré mi mejor esfuerzo por esperar hasta que lo estés —agregó Fernando aún actuando todo desconcertado al respecto.
—Gracias por ser paciente. Cuando llegue el momento, sin duda te diré cuándo estoy lista para ser la madre de tus hijos —le sonrió ella.
'Se ve lindo cuando está desconcertado.'