—La mayoría de los caballeros del Marqués Gulliver estaban estacionados en el Palacio de Prudencia, en las fronteras o en su feudo y no sabían lo que estaba sucediendo en todo Prudencia. Podrían haber tenido sospechas al respecto, pero no formaban parte de ello. Él había controlado la información a la que podían acceder para que sus caballeros permanecieran leales a él. Los caballeros que estuvieran involucrados serían, por supuesto, castigados de acuerdo con las leyes del Imperio —explicó Fernando y Arabella asintió.
Era un alivio que la mayoría de los caballeros no formaran parte de ello. Solo unos pocos seleccionados que estaban más cerca de Gulliver.
—Aun así, hay demasiados mercenarios. Debe haberlos contratado para hacer todo el trabajo sucio por él para así poder simplemente eludir la culpa y salir limpio en caso de que los atrapen.