Lobelius era una tierra próspera, así que Arabella nunca experimentó tener que trabajar duro para ganar dinero por el bien de su pueblo.
Su asignación mensual como princesa era más que suficiente para ayudar a construir un orfanato y también cuidar del pago de los trabajadores.
Mientras tanto, Nadia y Odette dejaron de lado su orgullo como princesas y sangre real solo para ayudar y salvar a su pueblo.
Para Arabella, que había estado tan absorta en la venganza durante una década, sus almas brillaban tan intensamente que casi sentía envidia. Necesitaba estas almas buenas a su lado para no desviarse de nuevo.
Arabella decidió contratarlas e intentar ayudarlas. Después de todo, no sabía que estas dos eran realmente muy capaces. Pasaron el Examen del Servicio Civil Imperial y ahora sus puntuaciones en las tareas dadas por los ministros eran muy altas.