—Cálmate. Si tú mismo pierdes el control, no podremos reunir evidencia sobre su líder antes de arrestarlos. Aunque digamos que los atrapamos in fraganti, el líder seguirá libre y en movimiento. Podrían simplemente hacer esto otra vez y mucho peor la próxima vez —Alwin señaló y Ramón apretó los dientes en silencio.
Esta era la primera vez que ella veía a Ramón enfadado. No, furioso. Y lucía bastante aterrador. Generalmente parecía amable y gentil, así que era sorprendente que también pudiera ser tan intimidante.
—Tú también, Su Majestad. Sanaré al niño y a su madre en cuanto esos recaudadores se vayan.
—Pero es un niño. Debió haberse lastimado gravemente con eso —ella jadeó cuando el recaudador estranguló al chico ya sangrante.
La madre intentó detener al recaudador pero él era más fuerte que ella. El otro recaudador intentó interferir pero se detuvo cuando su compañero le dijo algo.
Desesperada, la madre mordió la mano del recaudador y finalmente soltó al niño.