—¡A ella en verdad le gusta! —Fernando estaba eufórico. La provocó un poco más hasta que Arabella no pudo resistirse más y solo dejó escapar gemidos de placer.
Su esposo la besó con delicia y cubrió de besos su pecho.
—Esos libros decían que a las mujeres les gustaba que las tocaran en varios lugares al mismo tiempo.
—¡¿Eh?! ¿Qué planea hacer esta vez?!
Fernando chupaba sus pezones alternativamente mientras la tocaba entre sus piernas.
Finalmente, le dejó la mano libre porque quería tocar sus pechos.
Arabella ya se sentía tan excitada que ni siquiera pensó en detenerlo. Se sentía tan bien que solo quería disfrutarlo todo.
La forma en que agarraba y amasaba su pecho era muy excitante. Su cálida boca y su lengua húmeda en su pezón también se sentían muy bien. Sus dedos duros y gruesos que la estimulaban continuamente eran alucinantes.
—Fernando~
Arabella acabó sumergiéndose en el placer y lo perdió. Su cuerpo comenzó a temblar y se rindió a su tacto.