Al atravesar el portal hacia el Cuarto Piso, por primera vez hasta ahora, Neve no fue teletransportada a un espacio abierto. En su lugar, parecía que la zona segura a la que habían sido teletransportados era un laboratorio de algún tipo.
A la derecha, Neve vio una mesa de metal oxidado con tubos de ensayo, matraces medio rotos, pipetas y algunos cuadernos esparcidos. A la izquierda, encontró algunos estantes de libros y una cama, aunque estaba cubierta con tanto polvo que Neve no tenía ninguna intención de acostarse en ella, junto con algunas prendas de ropa extrañamente grandes. Claramente, cualquier que fuera la especie a la que pertenecía este mundo era bastante más grande que los humanos. El tamaño de la habitación también insinuaba ese hecho.
Detrás de ella había un sofá negro con un esqueleto viejo sobre él y más adelante había una única puerta marrón.
A su alrededor, decorando todas estas partes que acababa de ver, había sangre que había secado hace tiempo.
