—Ugh... —No estaba tan sorprendida, realmente. La reacción de Neve era mayormente de molestia.
[Realísticamente, probablemente iba a suceder tarde o temprano pero... ¡MIERDA! Esto podría ser doloroso.]
Neve y Erin miraron hacia el oscuro y verde estanque. Denso y brumoso, el cuerpo de agua las esperaba para dar el siguiente paso y sumergirse en sus profundidades.
Las secciones submarinas, usualmente celebradas en los juegos, probablemente eran una sentencia de muerte cuando se aplicaban a la vida real.
[Si me atacan enemigos bajo el agua, probablemente esté jodida. Si tomo un giro equivocado y me quedo sin aire, definitivamente estoy jodida. Sí... no es una situación muy buena. Pero,] se recordó a sí misma, [si Tomás y su grupo superaron esto, eso significa una de dos cosas, creo. O este segmento no es tan difícil, o hay otra manera de pasar esto.]
Mientras contemplaba la cuestión, Erin habló. Tenía una idea.
—Permíteme entrar yo primero —dijo—. Podría ser una trampa, ¿verdad?