—Recuerde, Secretario Hong, su supervivencia depende de si encontramos a Rika el próximo mes. Si no la encontramos, entonces desearía estar muerto en lugar de estar vivo y trabajando para nosotros —Emily no hacía amenazas ideales. El secretario lo sabía, y sintió el miedo recorrer su columna vertebral.
Intentó abrir la boca para hablar, pero no se le ocurrió nada. Estaba paralizado por el miedo y el shock.
Pero nadie se movió para hacerle sentir mejor.
La gente lo miraba con lástima, pero nadie tenía el valor de decirle que todo estaría bien.
En cambio, la gente rápidamente apartaba la vista del hombre ante ellos y continuaba con su día.
Emily se sentía estresada pero no tenía tiempo de pensar en sus sentimientos. Necesitaba localizar a Rika, y tenía que hacerlo rápidamente.