Rika se sentía tan cómoda en la cama que no quería despertar.
Su cuerpo seguía forzándola a despertar, pero Rika seguía encontrando excusas para no abandonar su cama hasta que se rindió y se quedó sin ellas.
—Deberías descansar más. No te has recuperado lo suficiente. ¿Qué pasa si recaes y no hay nadie cerca para ayudarte?
—Emily preguntó con una expresión de descontento.
Rika sintió que Emily le estaba dando la excusa perfecta para no levantarse, pero aún así, no podía hacerlo.
—¡Está bien! Necesito ir al trabajo ahora antes de que sea tarde. Te llamaré si siento que voy a colapsar. No tienes que verme con tanta preocupación.
—Rika aseguró a Emily, pero podía decir que la mayor aún estaba preocupada. No había forma de tranquilizar a Emily, así que Rika desistió en intentarlo y se alistó rápidamente.
Emily tenía ropa de la talla de Rika para estas ocasiones, así que Rika agarró un conjunto y rápidamente se cambió.
Una vez lista, era hora de salir.