—Princesa —una voz fuerte la llamó y fue seguida por un golpeteo incesante.
Mauve fue arrancada de su sueño con fuerza. Los golpes no eran tan fuertes pero por alguna razón, sentía como si el golpeteo estuviera ocurriendo en su cabeza. Se sentó y la habitación giró.
—Whoa —dijo, agarrándose la cabeza.
La sostuvo en su palma por unos segundos mientras esperaba a que la habitación dejara de girar. Era un poco extraño que estuviera girando incluso con los ojos cerrados.
Después de un par de segundos, se detuvo y abrió los ojos, su cabeza todavía se sentía pesada y podía sentir el comienzo de un dolor. Nada era más molesto que despertar con dolor de cabeza.
Se empujó a sí misma fuera de la cama. Desde la luz que entraba a través de la ventana, el sol estaba afuera y por la intensidad, había estado afuera durante bastante tiempo ya.
—Princesa —la voz llamó de nuevo. Sonaba como si perteneciera a una joven.