—Estaré bien —dijo ella y lo miró con una sonrisa brillante—. Además, cuantas más personas haya, más animado será aquí, siempre es tan sombrío.
Jael observó cómo Mauve le daba una sonrisa radiante aunque era dolorosamente obvio que no estaría bien.
—¿Está seguro? —preguntó él mientras le colocaba el cabello detrás de la oreja.
—¡Sí! —dijo ella con firmeza—. No tienes que tratarme de esa manera.
—Bueno —él desvió la mirada de ella, retirando sus manos de su rostro—. Creeré en tus palabras.
Ella asintió, —¿Cuándo sería...?
Jael frunció el ceño y la miró de nuevo, el resto de sus palabras habían sido inaudibles. —¿Cuándo sería... qué?
—J dijo cuándo comenzarían a llegar?
—Oh, bueno en unos dos días. Depende, la capacitación no se supone que comience hasta finales de la semana, básicamente en menos de cinco días. Sin embargo, algunos probablemente se mostrarán antes de eso. ¿Estás preocupada? —preguntó él.
—No —dijo ella y cruzó sus brazos—. Ya dije que estaré bien.