Jael saltó a un árbol, esto no ayudaría a su situación pero al menos podría ver lo que venía antes de ser atacado. Oteó la noche, justo cuando el Paler golpeó el árbol.
Escuchó un sonido de corte y el árbol comenzó a caer. Qué tan fuerte era este paler. Jael saltó del árbol justo antes de que tocara el suelo.
Miró hacia abajo a Mauve, podía decir que estaba inconsciente. Tenía que irse ahora, si había alguna posibilidad de llegar a tiempo.
Jael estaba ocupado examinándola y no iba a moverse a tiempo, justo cuando estaba a punto de saltar para evitarlo el paler agarró sus piernas y lo lanzó al suelo.
Afortunadamente, cayó de espaldas y pudo proteger a Mauve. Usando su otra pierna, pateó tan fuerte como pudo y el paler lo soltó. Se puso de pie y tambaleó. El Paler le había rasgado la pierna.
Jael juró que necesitaría al menos un minuto para que su herida sanara lo suficiente como para moverse. No pensaba que tenía huesos rotos pero la piel rasgada ardía como el infierno.