```
Mauve se abrazó a sí misma, frotándose los hombros simultáneamente mientras observaba a Jael salir de la habitación. Estaba bien, él ya había pasado mucho tiempo con ella y pedirle que se quedara más sería simplemente egoísta de su parte.
Se detuvo con la mano en el pomo y se volvió para mirarla.—¿Estás segura de que estarás bien? —preguntó.
Mauve sintió que su rostro se iluminaba con una sonrisa.—Por supuesto, estoy bien. Deja de preocuparte.
Su mirada se mantuvo en ella durante unos segundos antes de girar el pomo y salir por la puerta. Mauve parpadeó hacia la puerta cerrada, podía sentir un escalofrío recorriendo su columna vertebral a pesar de que no había razón para ello.
Se frotó los hombros un poco más. Mantuvo sus ojos clavados en la puerta mientras permanecía sentada en el mismo lugar. No podía explicarse por qué se sentía ansiosa.