Zein apenas había dejado la zona final durante los primeros veintisiete años de su vida, pero había visitado dos países extranjeros en este último año.
Qué desarrollo tan abrupto; igual que todo lo demás en su vida.
De tener un novio a tener una familia; de estar sin un centavo a tener dolores de cabeza por procesar impuestos y hacer un testamento; de no saber quiénes eran sus padres a enterrarlos en la misma urna...