—Es complicado...
—Como tu relación —comentó Zein, a lo que Radia respondió con una risa.
Bueno, él podía reír ahora porque las cosas se habían resuelto entre ellos, y todo parecía tonto ahora. Pero en efecto, su relación era complicada.
—¿Y?
Radia sonrió y rebuscó en su bolsillo interno, sacando una pequeña caja que contenía agujas doradas. Pero antes de sacar una, miró al anfitrión primero. —¿Puedo?
Los ojos azules miraron a Radia sin palabras, y el invocador suspiró, guardando la caja. Excepto durante la incursión en la Casa Horin donde necesitaba gastar mucho maná, había estado reduciendo su consumo. Pero esta vez... sentía que necesitaba una solo para calmar su corazón.
—Aquí, come esto en su lugar —Han Shin empujó una pequeña caja de chocolates frente a Radia, quien la miró con los ojos entrecerrados llenos de desaprobación. —Es chocolate oscuro al ochenta por ciento que iba a darle a Hyung, pero...
—Bueno, en ese caso.