Si el Protocolo Aspen requería la presencia de todo el personal importante en la Federación del Este, el Protocolo Ficus se refería a la convocatoria de los representantes de las doce, ahora trece, prominentes Casas en la Federación del Este, seis de las cuales eran parte de las Casas Antiguas.
Estas trece Casas tenían cierta autoridad dentro de la Federación del Este, algo que ponía un control y equilibrio a las políticas del gobierno. Era una autoridad de respeto, por el gran servicio que estas Casas hacían en preservar la civilización y desarrollar la nación.
Dicho esto, el Presidente aún retenía el derecho de hacer una convocatoria, cuando una gran emergencia en la cual el destino de la nación estaba en juego. La reunión debía recibir el aval de al menos cinco Casas, de las cuales dos debían ser de Casas Antiguas. Y una vez que la reunión era aprobada, estas Casas estaban obligadas a asistir, sin excepción.