Brandon asintió sombríamente. —Sí, pero la situación estaba fuera del control de todos. Lydia no podía ser salvada, ya estaba demasiado lejos. Los doctores no tuvieron otra opción que concentrarse en el bebé, que aún tenía una oportunidad de sobrevivir. Es... inquietante, pensarlo.
William se inclinó hacia adelante, con las manos apretadas fuertemente sobre la mesa mientras procesaba la información. —¿Y la madre de Vania está segura de esto? ¿Lo vio ella misma?
—Ella estaba allí —confirmó Brandon—. No en la sala de operaciones, claro está, pero escuchó el alboroto afuera y vio las consecuencias. Dijo que Tim parecía un hombre poseído, gritando a los doctores por no haber salvado a Lydia e ignorando el hecho de que el bebé estaba vivo.
William pasó una mano sobre su rostro, sintiendo la gravedad de lo que acababa de aprender. —Entonces el bebé... ¿sobrevivió?