William finalmente había regresado a su espacio de trabajo preferido, la oficina del SIG. Estiró los brazos y observó con un suspiro satisfecho la bulliciosa vista de la ciudad a través de la pared transparente. —¡Ah, finalmente! —exclamó, saboreando la sensación de estar de vuelta en su elemento.
William sintió un alivio al reflexionar sobre lo bien que estaban yendo las cosas, especialmente con su familia. Alejandro había vuelto a ser él mismo, y su relación con Rain parecía florecer. Su vínculo parecía más fuerte y genuino con cada día que pasaba, una clara señal de progreso.
Además, había noticias prometedoras sobre el Instituto Biotecnológico Elysium. El revolucionario medicamento que habían desarrollado para neutralizar el cáncer estaba a punto de ser aprobado y lanzado, un logro monumental que lo llenaba de orgullo y esperanza.