Carla estaba de buen humor, así que, en lugar de ir directamente a casa, invitó a Renzo y a Maria a cenar y a tomar algo en un bar privado de uno de sus amigos. Tenían su propio cuarto aislado para privacidad.
—Tu entrevista es el tema del momento, pero tengo la sensación de que pronto podría volverse en tu contra —comentó Renzo, observándola cuidadosamente.
—¿Volverse en mi contra? No dije nada negativo sobre su matrimonio. Simplemente expresé mi opinión, y me aseguré de escoger mis palabras cuidadosamente. El presentador me hizo una pregunta, y yo respondí honestamente —respondió Carla con una sonrisa confiada.
Miró el aluvión de comentarios positivos en línea, lo que solo la hizo sentirse más satisfecha. La mayoría de la gente estaba de su lado, alimentando su confianza...
—Pero, ¿sabes quién filtró ese contrato? —preguntó Renzo, con un tono curioso.