En la Mansión Ancestral Lancaster
—¿Qué planeas hacer al respecto? —preguntó William a Alejandro mientras los dos estaban sentados en el bar después de cenar, con sus bebidas intactas mientras discutían asuntos de la empresa y el escándalo que se estaba formando.
—Primero hablaré con Eric sobre eso —respondió Alejandro con el ceño fruncido. Los rumores que circulaban dentro de la empresa habían llegado a él, y estaban comenzando a irritarle los nervios.
—Hablando del rey de Roma —murmuró William, su expresión agriándose cuando Eric apareció, jadeando como si hubiera corrido todo el camino para encontrarse con ellos.
—Es mi culpa —Eric soltó de golpe, aún intentando recuperar el aliento—. Olvidé destruir ese maldito contrato como me instruiste. Revisé el cajón y todavía está allí.
—¿Entonces cómo es que una copia del mismo logró circular por toda la empresa? —Alejandro estalló, su frustración desbordándose.