En el Instituto Biotecnológico Elysium
Clifford no podía creer cómo se estaba comportando como un adolescente. Acababa de invitar a Kelly a salir y hasta había pedido permiso a su madre e Iván para llevarla. No es que planeara llevarla muy lejos; solo quería que disfrutara de la playa no muy lejos del instituto.
Había preparado todo meticulosamente: un acogedor y romántico montaje de glamping en la playa, con luces cálidas, cojines suaves y sus bocadillos favoritos. Después de una última mirada en el espejo para asegurarse de estar lo suficientemente presentable, aunque sentía que ningún esfuerzo podría igualar la belleza natural de Kelly. Tomó una profunda respiración y fue a su habitación para recogerla.
«No puedo creer lo nervioso que estoy», pensó Clifford, sintiendo su corazón latir contra su pecho.