Alejandro giró ligeramente la cabeza, estrechando los ojos en concentración —Lo siento, pero no recuerdo... No te recuerdo a ti.
Las palabras la golpearon como un puñetazo. Luchó por contener las lágrimas, sin querer que él la viera desmoronarse —Está bien —dijo ella, su voz apenas audible—. Lo resolveremos juntos.
El doctor Lambert miró a Rain, notando su angustia, pero mantuvo su enfoque en Alejandro —Es normal, Xander —dijo con suavidad—. Has pasado por mucho. Tu memoria podría tardar en volver. Te daremos todo el tiempo que necesites.
Alejandro miró al doctor, y luego a Rain, aún luchando con su confusión. Parecía perdido, como tratando de dar sentido al mundo que le rodeaba —Pero... ¿cómo llegué aquí? ¿Qué me pasó? ¿Dónde está mi padre, y... William? ¿Dónde están?