En el Hospital Universitario Clayton
El cuerpo de Dina temblaba mientras se apresuraba hacia la oficina de su madre. Las cosas no salieron según lo planeado y, para entonces, estaba segura de que su padre ya era consciente de su error.
Cuando entró, su corazón se hundió aún más. Su padre ya estaba allí, con el rostro lívido, y la tensión de la habitación le dijo todo lo que necesitaba saber: su madre acababa de soportar la peor parte de su furia.
—Padre... —murmuró débilmente.
*¡Zas!*
El ruido seco de la bofetada resonó en la habitación, tomando a Dina por sorpresa. El dolor irradiaba por su mejilla mientras su mano tocaba la piel que ardía. Era la primera vez que su padre la golpeaba.
—¡Tonta! —rugió Tim, su cara enrojecida por la rabia—. ¡¿Tienes alguna idea de lo que has hecho?! ¡Tu estupidez lo ha arruinado todo! No importa lo mucho que lo intentes, nunca estarás a la altura de Rain. ¡Eres una decepción, como siempre! —Su voz destilaba desprecio.