Rain y Matt salieron mientras ella empezaba a trabajar en el caso que tenía entre manos. Se dirigieron al hospital para reunirse con la víctima de un brutal ataque de pandillas. El anciano había sido apuñalado después de intentar defender su tienda de un robo.
—¿Crees que podrá hablar? Escuché que está bastante mal —preguntó Matt.
—Lo averiguaremos pronto —respondió Rain con un suspiro.
Entraron a la habitación del hospital donde yacía el anciano, conectado a varios dispositivos médicos. Su rostro estaba pálido y lucía exhausto pero consciente.
—Señor Martínez —Rain se dirigió cortésmente—, estamos aquí para tomar su declaración sobre el ataque. Necesitamos conocer su versión de la historia para poder llevar a los culpables ante la justicia.