Rain sintió la tensión aumentar en el entorno y sabía que debía ponerle fin a esto antes de que se saliera aún más de control.
Sus labios se torcieron en una sonrisa estrecha y controlada mientras se dirigía a Dina. —¿Por qué preguntarle a la recepcionista sobre tu supuesto novio cuando puedes preguntarle directamente a él dónde está en este momento?
—¡Tú bi-
Dina frunció los labios al detenerse a mitad de una maldición. Ante eso, Rain no pudo evitar sacudir la cabeza al ver cómo el rostro de su hermana se enrojecía mientras intentaba recomponerse.
—Si no necesitas nada más, volveré adentro ya que tengo mucho trabajo por hacer, Dina. —Rain declaró con ironía antes de darse la vuelta para marcharse. Ya estaba casi saliendo del área de recepción cuando Dina de repente ladró, —¡Aléjate de Paul de ahora en adelante!
—¡Solo quédate con tu marido inútil y deja a mi novio en paz! —Dina exigió con triunfo en su voz, haciendo que Rain se detuviera y volviera a girarse hacia ella.