—¡Se desmayó Sir Rock, por favor vengan rápido! El señor Ben está con él y yo corrí inmediatamente a informarle, señor —dijo Mario, su voz teñida de miedo y urgencia.
Al escuchar eso, Alejandro corrió apresuradamente de vuelta a la villa, con Rain siguiéndole de cerca, su corazón latiendo preocupadamente. Cuando entraron en la villa, encontraron al señor Rock sentado en el sofá, su rostro pálido pero compuesto.
—¿Qué pasó papá? ¡Mario dijo que te desmayaste! —exclamó Alejandro, su voz cargada de preocupación.
El señor Rock sonrió débilmente y lo despidió con la mano. —Oh, no es nada, hijo. Sabes que he estado sufriendo este dolor de cabeza por un tiempo. De repente llegó y simplemente perdí el equilibrio y tuve una pequeña caída. ¡No me había desmayado! —Miró a Mario, frunciendo el ceño—. No exageres, Mario. Los niños se preocuparán sin razón.