Rain soltó una risa suave, negando con la cabeza...
William giró repentinamente su mirada hacia Alejandro, su expresión se suavizó mientras observaba a su hermano inconsciente. Sus labios se curvaron en una sonrisa burlona, aunque sus ojos brillaban con un atisbo de emoción.
—Hermano —comenzó él, su tono ligero pero intencionado—, deberías despertarte pronto. ¿Recuerdas cómo se supone que debemos competir sobre quién podría cumplir el mayor deseo de Papá de convertirse en abuelo primero? ¿Realmente vas a permitirme ganar eso por defecto?
Rain no pudo evitar soltar una risita suave ante las payasadas de William, la calidez en sus palabras aliviaba la tensión en su pecho.
William se inclinó más hacia Alejandro. —Vamos, despierta ya. No puedo seguir llevando el honor de la familia solo —añadió con un guiño, aunque su mirada traicionaba la profundidad de su preocupación.