—Pareces totalmente agotada. Sobria un poco, ¿quieres? La rueda de prensa es esta mañana, ¡y no puedes presentarte así! —regañó Renzo.
Carla lo ignoró, tomando una bebida energética de la nevera. Había estado bebiendo toda la noche, incapaz de dormir mientras las frías palabras de Alejandro resonaban en su mente, cada una pinchando profundamente.
Se sentó y miró a Renzo. —Te preocupas demasiado. Estaré bien para la rueda de prensa —murmuró, deslizando los dedos por su tableta para revisar los detalles que su mánager había enviado sobre Rain Clayton, cada fragmento de información que pudieron reunir.
Los ojos de Carla se estrecharon mientras leía, levantando la ceja con desdén. —¡Su familia es un desastre! ¿Cómo pueden Alejandro e incluso el Tío Rock pasar por alto eso? No veo nada especial aquí excepto su apariencia y el hecho de que es fiscal —gruñó, con un tono amargado.