Greg rápidamente juntó sus labios, dándose cuenta de su error, mientras Ava lo regañaba en voz baja. Rain no podía sacudirse la oleada de curiosidad y preocupación. ¿Estaba realmente el tío Ben involucrado en algo tan peligroso?
—Rain, querida... si tienes preguntas, creo que puedes preguntarle a Alejandro más tarde —la tranquilizó tía Ava, percibiendo su inquietud—. Pero no te preocupes; te aseguro que Ben es solo una víctima en todo esto. Él es un buen hombre.
Ella no estaba juzgando al tío Ben, pero Rain no podía evitar querer saber más sobre la situación. Su tía Melanie ya había sufrido lo suficiente, y su seguridad era una prioridad para ella.
Afortunadamente, Alejandro se acercó y luego le pasó al pequeño Sean a Greg. Tomó la mano de Rain y, con una sonrisa casual, anunció:
—Ahora que todos han conocido formalmente a mi esposa, me la llevaré conmigo. Todavía tenemos mucho que explorar.