Rain se despertó sintiéndose llena de energía temprano en la mañana. Sonrió al ver la cama de Alejandro perfectamente arreglada. Como era de esperar, él ya se había ido a su acostumbrado trote antes del amanecer.
Estirando los brazos, se levantó rápidamente. A pesar de sentirse desanimada el día anterior, hoy se sentía diferente. Decidió apartar los pensamientos sobre Sanya y concentrarse en la próxima visita con su tía.
Dirigiéndose a la cocina, Rain comenzó a preparar el desayuno y decidió hacer una tarta de manzana, la favorita de su tía. Aunque no estaba segura de que su versión casera estuviera a la altura, estaba emocionada por intentarlo. El Chef Philip se quedó con ella todo el tiempo, ofreciendo orientación y consejos valiosos, lo que hizo el proceso mucho más fácil para ella.
—¿Crees que podría dejarte un rato, señorita Lluvia? —preguntó el Chef Philip.
Rain sonrió y respondió: