—En el momento en que Derek Haven salió por la puerta, cualquier encanto que él tejía sobre Emily con su mera presencia se hizo añicos en un millón de pedazos. Y con la magia desvanecida, Emily estaba furiosa. ¿Qué era ella? ¡Una niña adolescente! Cuántas veces tendría que pisotearla el hombre para que ella pudiera defenderse.
—¿Por qué diablos había pasado todo ese tiempo animándose a sí misma y diciéndose que estaría haciendo lo correcto al finalmente enfrentar a Derek sobre lo que había hecho? ¿Por qué se tomó tanto tiempo obsesionándose con algo y luego, cuando llegó el momento de hacer lo que debía hacerse, se había quedado congelada?