—Todo este tiempo, Derek sabía que extrañaba a Emily, no se había mentido a sí mismo en ese aspecto, de hecho, había sido brutalmente honesto al respecto. Pero ni siquiera ser honesto consigo mismo se acercaba a revelar cuánto la había extrañado en realidad. Decir que la había extrañado mucho, parecía una subestimación.
—Realmente la había extrañado. Desde la forma en que olía, lo más cercano que venía a la mente cuando ella pasaba lo suficientemente cerca como para que Derek captara su aroma era...primavera. Era un aroma que le recordaba el sol y las flores, todo en uno. Incluso escuchar el sonido de sus pasos le hacía sentir más tranquilo. Nunca pensó que llegaría a extrañar a alguien hasta el punto de sentirse reconfortado por el sonido de sus pasos, pero Emily le estaba demostrando que podía. Y ella ni siquiera lo hacía a propósito, simplemente estaba siendo Emily y Derek ya se sentía cálido por dentro.