Ryder la ignoró, hizo un gesto a uno de los guardias centinelas.
—Sube y empaca todas sus pertenencias —señaló a Lily y Jax.
El centinela hizo una reverencia y subió al cuarto de huéspedes que ocupaban Lily y Jax.
—Ryder, por favor cálmate, hablemos de esto racionalmente —le dijo Jax a Ryder.
Ryder lo miró fijamente.
—Tienes suerte de que te deje ir libremente. Te atreviste a golpear a mi pareja y a la Luna de esta manada, incluso tuviste el valor de hablar de ella con Lily —respondió Ryder.
—¿Pareja? ¿Ava es tu pareja? —preguntó Jax.
—Sí, lo es. ¿Tienes algún problema con eso? —preguntó Ryder amenazantemente.
—No... No... No, no tengo —respondió Jax nerviosamente.
Ryder lo miró con desprecio. Pronto el guardia centinela bajó con sus maletas. Las arrojó frente a ellos.
—Toma tus cosas y abandona esta manada ahora —ordenó Ryder con una voz muy fría.
—¿Ryder? —Lily intentó suplicarle.