Ava respiró varias veces para calmarse; todo este tiempo, su padre en quien ella más confiaba le había mentido. Quería gritar de rabia.
—Entonces, ¿sabías que soy un híbrido y que no era un lobo completo? Todos estos años, pensé que era mi culpa no poder transformarme. Sabías la verdadera razón por la que no podía hacerlo y, sin embargo, te quedaste callado y me dejaste preocuparme sin necesidad —dijo ella en tono amargo.
Dustin se estremeció ante la amargura en la voz de Ava. Ella debía de estar verdaderamente desconsolada.
—Ava, no podía decirte la verdad. Tenía que mantenerlo oculto. Es muy peligroso. No hay híbridos de vampiro y hombre lobo en la historia. No quería decirte y luego arriesgarme a que se lo contaras a alguien más —le suplicó Dustin a Ava.
—Tu pareja era Helena ¿verdad? —preguntó Ava.
Dustin la miró con shock. —¿Conoces a Helena?