Chapter 17 - Almuerzo

Lavanda finalmente pudo despedir a los miembros de la manada que estaban empeñados en darle la bienvenida y expresarle su gratitud.

Maldijo a Ryder por lo bajo, todo era culpa suya, ¿cómo sabía siquiera que él había estado allí?

—No deberías estar tan enfadado, simplemente están emocionados de verte —Jayden le dijo.

—¿Y cómo está tu pierna? —preguntó Lavanda.

—Está bien. Helena la masajeó ayer, ya ni siquiera me duele.

—Me alegra saberlo —Lavanda se dio la vuelta para irse.

—¿A dónde vas? —preguntó Jayden.

—A ver a mi querido hermano, tenemos mucho de qué hablar.

Jayden tenía la sensación de que esa conversación acabaría siendo una pelea a gritos.

—¿Quieres que vaya contigo? —preguntó.

—No hace falta. Ya has hecho suficiente —respondió Lavanda y se marchó.

Lavanda fue al estudio de Ryder y entró.

—¿Acaso has olvidado el concepto de llamar a la puerta o tu estancia en el bosque te ha quitado todos los buenos modales? —preguntó Ryder.

—Hola para ti también Ryder

—¿Qué te trae por aquí? —preguntó Ryder.

—¿Cómo sabías que la ayudé?

—Ella me lo dijo.

—¿Y simplemente concluiste que fui yo?

—¿Quién más tiene unos ojos verdes tan memorables como los tuyos y estaba en el bosque en ese momento? Obviamente fuiste tú.

—¿Puedo regresar a mi hogar ahora? —preguntó Lavanda.

—Este es tu hogar —respondió Ryder.

—No, no lo es.

—¿Qué quieres decir?

—Este es el hogar de Lily, nunca fue mi hogar y siempre te aseguraste de que lo supiera.

—¿Hablas en serio ahora mismo? Atacaste a tu hermana, te transformaste en hombre lobo frente a ella, era una niña indefensa, tu hermanita y por tu irracional temperamento, casi la matas. ¿Se suponía que debía aplaudirte o darte la mano por un trabajo bien hecho? —preguntó Ryder con ira.

—Se suponía que debías escucharme, te dije que mi lobo fue forzado a salir, no podía controlarlo, era como si algo más me controlara. Se suponía que debías investigar, no tratar a mí como a un criminal —Lavanda le gritó.

—Eso es lo más absurdo y tú lo sabes, pensé que ahora que has madurado, ya habrías abandonado esa mentira. Cada hombre lobo está a cargo de su lobo, tu lobo está bajo tu mando. Jayden tal vez creyó tu mentira pero yo no. Tal vez si hubieras asumido la responsabilidad de tus acciones en lugar de inventar mentiras, no te hubiera tratado como a un criminal —Ryder le gritó de vuelta.

—No mentí, nunca te mentí —Lavanda gritó con voz quebrada, estaba al borde del llanto, odiaba sentirse así, por eso se fue.

—¿Qué está pasando aquí? Están a punto de tirar abajo toda la casa —dijo Evena cuando él y Jayden entraron al estudio.

—¿Y si no son los traidores que se llaman mis amigos? —Ryder les dijo a ambos.

—Mira Ryder, sé que estás molesto pero él me rogó que mantuviera el secreto —Jayden dijo en tono apenado.

—Soy tu Alfa Jayden, y antes de ser tu Alfa, era tu amigo, tu maldito mejor amigo y aún así tomaste su lado, me ayudaste a mentir y a engañarme durante años.

Ryder se volvió hacia Evena —Y tú, te dije que hicieras una búsqueda del alma y me dijiste que no lo encontraste. Sin embargo, él estaba en esta manada todo este tiempo. ¿Cuál fue tu razón para mentirme también?

—Simplemente pensé que él tenía sus propias razones para elegir esconderse allí.

—Todos ustedes aquí siempre me dicen que me preocupo demasiado por Lily y que soy parcial hacia ella. Pero Lily nunca me mentiría o engañaría, nunca me traicionaría como ustedes dos hicieron, nunca se iría de casa y me haría preocuparme sin cesar a propósito. Y es por eso que ella siempre tendrá mi corazón —Ryder les dijo.

Los tres lo miraron sin decir nada.

Hubo un golpe en la puerta y Ava entró. Miró a su alrededor y observó la tensa atmósfera.

—¿Llego en mal momento? —preguntó.

—Para nada. ¿Necesitas algo? —Ryder le preguntó.

—Helena quería saber qué quieres para el almuerzo.

—¿Ya comiste? —Ryder le preguntó.

—Todavía no.

—¿Qué te parece si vamos al pueblo y almorzamos juntos?

—¿En serio Ryder?

—Sí.

—Me gustaría mucho eso.

—Entonces prepárate, salimos en cinco minutos.

—Vale —Ava dijo contenta y salió de la habitación.

Ryder se volvió a mirar a los tres —Siempre pensé que podía contar con cinco personas en este mundo, Lily, Lavanda, Jayden, Evena y Helena. Pero resulta que me equivoqué.

—Ryder, lo siento mucho de verdad —Evena dijo.

—Gracias por venir a ayudarme anoche pero ahora puedes irte —Ryder le dijo a Evena.

Se volvió hacia Jayden y Lavanda —Todavía soy vuestro Alfa y hasta que me denuncien, aún están bajo mi mando. Limpia tu antigua habitación, empaca tus pertenencias de ese cobertizo y siéntete como en casa. Jayden, quiero que le asignes una tarea que hacer. Tengo un almuerzo al que ir por lo que me voy, por favor cierren la puerta al salir —Ryder se fue de la habitación dejándolos mirándolo boquiabiertos.

Vio a Ava esperándolo afuera, llevaba un hermoso vestido de verano azul y se veía muy hermosa de verdad.

—Te ves encantadora —le dijo.

—Gracias, Helena me lo compró.

—Bueno, tiene buen gusto. ¿Estás lista para ir?

—Sí, estoy lista —Ava sonrió radiante.

Ryder la guió hacia su coche, le abrió la puerta y se dirigieron al pueblo.