—¿Qué quieres? —preguntó Ryder.
—¿Vas a correr? —Jayden preguntó en lugar de responder.
—Sí.
—¿Puedo acompañarte?
Ryder lo miró y no dijo nada.
—Por favor —Jayden suplicó.
—Está bien, puedes venir —Ryder aceptó.
Ryder esperó a que Jayden se cambiara a ropa de correr y los dos salieron de la casa.
Aún estaba oscuro afuera y solo los centinelas de turno estaban fuera. Nadie más se había despertado.
Corrieron en silencio hasta que se detuvieron para descansar. Ambos se sentaron en el suelo para recuperar el aliento.
—Lo siento Ryder. De verdad lo siento —Jayden dijo sinceramente.
Ryder se volvió para mirar su cara —¿Por qué lo sientes? ¿Porque sientes que necesito escucharlo? —preguntó.