—No hables por mí, Alois. —Ciel, por otro lado, sonrió, dando un paso más cerca de Yuri—. No sé de él. —Echó una ojeada a Nikolai—. Pero este me gusta. —Volvió su atención a Yuri, dándole un escaneo completo del cuerpo.
—Compartimos el mismo cerebro, puedo decirlo. Inteligente.
Yuri levantó una ceja ante su comentario pero no contraatacó.
—Vamos a pasar el rato a veces —propuso Ciel, extendiendo una mano para un apretón de manos—. Solo tú y yo.
Yuri bajó la mirada hacia su mano, mirándola por un breve momento. Inhaló profundamente y extendió la mano para aceptarla, sin embargo, una figura más alta y más ancha se deslizó frente a él, protegiéndolo.
—¡Aléjate de él, enano! —La persona era Nikolai, que apretaba los dientes.
Ciel levantó la cabeza para poder encontrarse con la mirada del hombre alto, pero antes de que pudiera decir una palabra, Alois estaba frente a él, cara a cara con Nikolai y mirándolo con una expresión agitada.