Vicente se encogió de hombros, divertido.
—Quizás esto ayude a que Suárez se calme. Las mujeres serán su perdición —se rió, levantándose también de la silla—. Nos vemos todos en la ópera. Estoy bastante emocionado por ver cómo queda el nuevo ranking. Me pregunto quién será el rey esta vez.
—El Zar o tú... —miró al señor Petrov, con una sonrisa burlona— ...Fiódor.
Las manos del señor Petrov se cerraron en puños, pero no dijo una palabra. Sabía que Vicente solo trataba de provocarlo, y no le daría esa satisfacción.
Dando un golpe en la mesa con las manos, se levantó de repente y salió de la habitación.
…
—César, César, espera, ¡no me has dicho nada! —Adeline intentó recuperar su mano de él, pero el agarre del hombre era firme.