Nikolai suspiró profundamente, bajando la cabeza.
—Tienes razón. Lo siento... Yuri. Me preocupa César tanto como a ti. Lo digo en serio.
—¡No, no cuando lo juzgaste tanto como esos desagradecidos! —Yuri sacudió la cabeza, mofándose—. Estás olvidando que quemó a esos idiotas que mataron a tu pareja. No era asunto suyo, pero aun así lo hizo, ¿no es así? Todo por ti.
—César puede que no sea expresivo, porque, para ser honesto, falla completamente en expresar cómo se siente todo el tiempo. Tal vez no lo demuestre, pero sí le importa, y por eso lo hizo por ti. Aunque todos estén en su contra, deberías apoyarlo, porque yo estoy listo para hacerlo, cualquier día, en cualquier momento.
—Pero al final, depende de ti. —Se encogió de hombros, tomando una profunda respiración.
Nikolai sabía que tenía toda la razón. La culpa comenzaba a aflorar y de repente deseaba poder revertir y retractarse de lo que había dicho.