—No se asuste; no tengo intenciones de hacer daño —La persona se mostró delante de ellos.
La figura era un anciano en sus setenta años. Sin embargo, no había rastro de arrugas en su rostro. Su barba era blanca y larga. Daba a las personas una sensación de bondad. Sus ojos llenos de vicisitudes hacían creer que él era una persona que había pasado por muchas cosas en la vida.
Era extremadamente fuerte. De entre las personas que Xiu Wanxue había conocido, él era la persona más fuerte que ella conocía, y era alguien a quien ella más respetaba.
—¡Abuelo Marcial! —Cuando lo vieron con claridad, Xiu Wanxue y Wu Tianxiang exclamaron con sorpresa.
Los demás estaban confundidos.
—¿Quién eres tú? —La barba del anciano se contrajo levemente. Él entendía que Xiu Wanxue tenía derecho a llamarlo así, pero ¿y este joven?
Lo miró a Wu Tianxiang de arriba abajo.
Xiu Wanxue tocó con su codo la mano de él.