Mallory durmió hasta tarde en la tarde ya que había vuelto a la cama justo antes del amanecer. Cuando despertó, su cabeza se sentía distorsionada, y se sentó en el borde de la cama, mirando las sábanas frente a ella.
—Por favor, no la abandones…
Mallory recordó lo que había visto en el libro de los recuerdos. No podía creer que había logrado ver a su madre a través de su abuela no consanguínea. Levantándose de la cama, se preparó antes de buscar a Hadeon. Mientras caminaba por los pasillos, lo vio a él y a Barnby de pie junto al carruaje.
Se apresuró a recorrer el pasillo, pero antes de que pudiera salir del castillo, alguien le agarró el brazo. Era ni más ni menos que Jorge, con una mirada incrédula.
—¿Cómo? ¿Cuándo te casaste con el Señor Hadeon? ¿Y te casaste con un vampiro?
—Un poco crítico para alguien que inclina la cabeza ante un vampiro —respondió Mallory con calma, mientras Jorge parecía estar a punto de desmayarse—. Además, no nos casamos.