Mallory no podía creer que su abuela hubiera servido a Hadeon en el pasado. ¡Pensar que justo estaba considerando cómo se llevarían si se hubiesen conocido!
—Selia. Un nombre retorcido —comentó Hadeon, y cuando Mallory le dirigió una mirada interrogante, él dijo:
— Debe haber cambiado su nombre después de que yo me fui a dormir, porque la conocía como Elisa la bruja.
—Así que las serpientes son brujas —murmuró Mallory.
—No exactamente. Las serpientes no tienen que ser todas brujas. A veces son vampiros, a veces otro tipo. Las brujas suelen ser aquellas que tienen un conflicto de interés dentro de sí mismas —afirmó Hadeon antes de examinar más de cerca el libro que tenía en la mano y que pertenecía a la abuela de Mallory—. Al menos esto elimina el misterio de quién movió mi ataúd del lugar original.