—¿Dónde está él? —André irrumpió en los aposentos de Valerie aunque se cuidó de mantener la voz baja, temeroso de despertar y alertar a los demás sobre lo que estaba sucediendo, para ser precisos, la Reina Fae, Maeve. Si los Fae se enteraran de lo ocurrido, Valerie estaría acabado.
—Está en el baño, había simplemente demasiada sangre y cualquiera podría entrar a la habitación —explicó Derek, siguiendo apresuradamente tras él.
André pudo ver a lo que Derek se refería porque la colcha había sido retirada, dejando la cama despojada y el material estaba amontonado en una esquina. Sin embargo, por más que se esforzaran en deshacerse de las pruebas, todavía había huellas ensangrentadas en el suelo, lo cual era un gran contraste contra el pulido piso de madera.