Valerie mantenía las apariencias durante el día, pero por la noche, luchaba con sus demonios. Estaba borracho en ese momento. Pero entonces, ninguna cantidad de vino Fae podía emborracharlo lo suficiente como para olvidarla, a Islinda. Ella una vez fue un recuerdo precioso, pero ahora una pesadilla que venía a atormentarlo.
Era risible considerar que lo tenía todo y sin embargo no era feliz. La quería a ella. Islinda era la única que podía completar su felicidad. Debería haber sido cuidadoso. Siempre supo que los Fae sentían intensamente, pero no lo entendió hasta ahora.
¿Y qué hay de Islinda? ¿Lo extrañaba o era él el único miserable aquí? ¿Cómo estaba ella? ¿Aldric la maltrataba o estaba envenenando su mente en contra de él? El pensamiento lo dejó helado.