—Ding —un sonido nítido rompió de repente el silencio de la mañana, despedazando la serenidad del momento.
Chu Jin sacó su teléfono.
Era una notificación de transferencia bancaria. Alguien había depositado una gran suma de dinero en su cuenta.
Aunque no se especificaba quién lo enviaba, no hacía falta adivinar —tenía que ser la familia Wang.
Para un hogar tan prominente como el de ellos, obtener los detalles de una cuenta bancaria era un asunto trivial.
Chu Jin entrecerró ligeramente los ojos mientras miraba la secuencia de dígitos que seguía al número 5, sus labios esbozando una leve sonrisa.
El total era de 5.88 millones.
Un conjunto de números extremadamente auspiciosos. Antes de su renacimiento, no le habría importado tales cosas, pero después de renacer, estos números le importaban mucho, especialmente después de entrar en contacto con las cartas del Tarot. Un conjunto mágico de números que englobaba todos los fenómenos y podía determinar futuras fortunas.