—Casi todos estaban atónitos.
—Nadie había esperado que la historia diera un giro así.
—Tampoco esperaban que una chica que parecía tan mansa y frágil tuviera tanta iniciativa.
—No estaba claro cuál de las palabras de Sun Manyao la había irritado.
—Después de todo, ella había sido indiferente a las previas declaraciones de Sun Manyao.
—Inútil, inútil, tú, tú, tú, tú te atreves... —la cara de Sun Manyao se volvió un poco pálida, claramente le faltaba confianza.
—¿Por qué no me atrevería? —los labios de Chu Jin se curvaron ligeramente, el ángulo de su sonrisa un poco agudo.
—Habiendo experimentado los métodos de Chu Jin en la cafetería antes, todos sabían que ahora no estaba bromeando.
—Asustada, el cuerpo entero de Sun Manyao comenzó a temblar, mientras volvía sus ojos suplicantes hacia Wang Dan, "Madre, sálvame, arresta a esta perra de inmediato..."