```
—¡Hola! —dijo ella.
—¡Hola, Lyra! —respondió Chase.
—¿Sí, Chase? —preguntó ella.
Chase hizo una pausa por unos segundos y preguntó con voz grave:
—¿Estás libre esta noche?
El corazón de Lyra latía aceleradamente de alegría al oír eso. Chase no la había invitado a salir en mucho tiempo.
—¡Sí, estoy libre! —exclamó Lyra.
—¡Cenemos juntos esta noche! —propuso Chase.
—¡Genial! ¿A qué hora? —preguntó Lyra, emocionada.
—¡Te recojo a las ocho! Vamos a una Cena de Cristal. Acuérdate de arreglarte —indicó Chase.
—Claro. ¡Nos vemos esta noche!
—¡Nos vemos esta noche!
El teléfono se colgó y Lyra saltó de alegría.
Justo entonces regresaba Amara. Al ver a su hija tan feliz, se burló y preguntó:
—¿Por qué estás tan contenta?
—Mamá, Chase acaba de llamarme y me ha invitado a cenar en el Restaurante Crystal esta noche. ¡Mamá, ven y ayúdame a elegir el vestido adecuado! —pidió Lyra con entusiasmo.