—¿Por qué estás aquí? —frunció el ceño Chase.
En ese momento, ¡realmente no quería ver a Lyra!
Lyra colocó la caja térmica en la cama y miró a Chase con ternura. —Chase, te has sometido a dos cirugías, ¡pero no he estado a tu lado para acompañarte!
—Ahora que la cirugía ha terminado, como tu prometida, definitivamente tengo que venir y cuidarte!
Cuando Chase escuchó esto, su ceño se profundizó. —¡Ya te dije que no hace falta!
Lyra abrió la caja térmica y sacó otro tazón. Llenó un tazón con la sopa y se la entregó a Chase con entusiasmo.
—Chase, acabas de ser operado. Debes nutrirte.
—¡Toma algo de sopa!
—¡No hace falta! —¿Cómo podría Chase estar de humor para tomar sopa?
—Chase, ¡he estado cocinando esta sopa por más de 10 horas! Debes tomar un poco.
Chase respondió con impaciencia, —¡Déjala ahí por ahora! ¡La tomaré más tarde!
—Está bien... —Lyra hizo un puchero y colocó la sopa en la cama.
Chase se recostó en la cama del hospital con una expresión fría.