Con rostro serio, ahora observaba los dos espejos que había creado para poder seguir a su hijo y a su yerno cuando estaban separados y así poder intervenir rápidamente para protegerlos si fuera necesario.
Sus espías aún no habían descubierto el alma que Lilith había traído a este mundo, y si ella había decidido supervisar su entrenamiento personalmente, no era bueno para ellos.
—Sigue buscando, quiero saber qué tipo de alma logró encontrar —le dijo a su espía que esperaba su comando.
Si Cassandra había logrado capturar el alma de un Espíritu Guerrero de este tipo, el alma que Lilith había encontrado también debía ser excepcional.
—No te preocupes demasiado por mi hijo, estamos apegándonos a nuestro plan, ahora la mejor oportunidad para que Lilith ataque es durante las Selecciones para el torneo anual de la capital, no hará nada más hasta entonces —le dijo cuando vio que su mejor espía estaba dudando.