—Venerable, ¿realmente no hay nada que puedas recordar? —preguntó Luo Yan al dragón.
—¿Estás diciendo que este rey miente? —dijo el dragón, aparentemente molesto por la pregunta de Luo Yan.
—No, por supuesto que no —dijo rápidamente—. Solo esperaba que pudiéramos obtener alguna pista importante sobre tu identidad si recordaras algo. Incluso el detalle más pequeño sería útil.
El dragón se quedó en silencio durante un rato, evidentemente sumido en un pensamiento profundo. Probablemente estaba intentando recuperar sus recuerdos perdidos. Haciendo lo mejor posible para encontrar alguna pista importante. Y entonces, de repente su rostro se llenó de frustración. Con solo eso, Luo Yan pudo decir que realmente no podía recordar nada. Así que no, huh. Parecía que tendrían que empezar desde cero entonces.
—De todos modos, ¿qué más da si recuerdo algo o no? Es obvio que este rey es un dragón importante —dijo el dragón de una manera bastante terca.